1.7.10

amanecer después de...

El ambiente que rige este día mi recámara no ayuda en nada a mi estado sentimental de hoy... D-E-P-R-E-S-I-Ó-N... lo peor de todo, insisto que ésta no es mía... es de él, el que me ha vuelto loca desde hace un par de meses, de aquel al que mi complejo de elektra no me deja soltar, del que sus problemas personales me afectan tanto, que me siento estúpida al ser tan aprensiva...

En primer lugar aún estoy en pijama, no se me antoja despojarme de ella por simple comodidad, después las cortinas no las he abierto, porque siento que en cualquier momento estallaré en un llanto incontrolable y no quiero que alguna de mis vecinas me vea, posteriormente las rosas de Julissa ya están prácticamente muertas, su olor ya no es a flores... es a muerte y eso me deprime aún más... y por último escucho a Ximena Sariñana y solamente me hacen recordarle.

...solamente abrió la puerta, ni siquiera nos dijimos hola, mucho menos nos saludamos de beso, -por cierto su casa se inundó tras la lluvia de una noche anterior- traía una malla de revelado en la mano, se dio la vuelta y regresó a tratar de limpiarla, por lo que percibí el revelado se le había echado a perder, enojadísimo aventó la malla y la pateó, -caramba me impresionó mucho, pues yo iba con una actitud súper alivianada y muchos ánimos de ayudarle … primer bajón-...

Fuimos a revelar el trabajo y posteriormente a entregarlo, caminamos mucho y platicamos de muchas cosas como siempre, disfruto escucharle hablar... por lo siguiente que paso nos divertimos mucho y reímos mucho -por cierto tengo que buscar dos definiciones- limpiamos recogimos el primer cuarto del taller, después le llegó el mensaje ¿de qué? no sé, no sé si era sobre trabajo, sobre Laura, sobre una nueva conquista, sobre su salud, sobre qué sigo sin saber, no quise preguntar, pues sólo comentó que esperaba un mensaje -al parecer y la forma como lo decía era un asunto personal- sin embargo, no eran buena noticias lo que traía ese texto, por lo que sé deprimió -y ese fue el segundo bajón para mi- pero no supe que hacer, no supe si darle un abrazó, darle algunas palabras de aliento, por lo que solamente me quedé callada, dejando que pensará y analizará la situación, creo que es lo mejor que sé hacer, estar.

... el ambiente se sintió turbio y ya no conversamos de la misma forma, ya no reímos ni bromeábamos, se cayó profundamente y perdió en sus pensamientos, no supe que hacer, y mi única salida fue robarle energía para que ya no siguiera en ese estado, lo hice que me acompañará a la casa, no quise quedarme con él, no sé si hubiera sido bueno haberlo acompañado durante la noche... lo único que sé es que no hubiera sido grato despertarme con esta depresión y que él me viera llorar...

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