Podría contarles toda una historia de estos últimos cinco años de mi vida, pero la verdad, es que ahora, ese tiempo lo veo vacío y no es que todo fue malo, al contrario aprendí mucho, conocí el "amor" entre dos personas, la desilusión, la fidelidad y a su amiga infidelidad, el dolor, el llanto, las adicciones físicas, químicas, emocionales y demás, el agotamiento, la tristeza, la alegría, la lucha, el desapego, la codependencia, la sanación.
Cinco años que en este momento duelen porque con lágrimas en los ojos les digo adiós, pero, con la esperanza y certeza de que todo está mejor. Puedo decir que él, fue la razón de mi abandono personal, yo tome la decisión, decidí dejarlo todo por él, y cuando llegó la oportunidad lo reproche, en ese instante me desconocí, me sentí víctima, cuando también era victimaría, me sentía herida cuando hería al mismo tiempo, fui rechazada al mismo tiempo que yo lo hice, y no me di cuenta del dolor que también cause.
Es así como pasaron los años, buscando algo que perdí, no supe cuando me deje ir, el día en que el amor propio se desvaneció y llego la penumbra a mi ser, el día que me sentí infeliz y no pude decir hasta aquí; el dolor cada día se hacía más profundo y la herida siempre la mantuve abierta ¿hasta qué punto llegue? hasta que la neurosis se apropio de mí.
Pero hoy, hoy duele más que ayer, hoy la verdad apareció ante el recuerdo que se asomó, fueron sus palabras afiladas que me hicieron recordar quien fui, en que me convertí y quien quiero ser ahora ¿qué encuentro en mí? y es ahora, cuando una vocecilla débil responde en mi ser, -la fortaleza de tu espíritu radica en ti- me cuesta trabajo entender, porque deshice todo en mi, desbarate a la mujer soñadora, independiente, a la que tenía metas en la vida y dejó atrás su casa y familia, a la que la soledad no le importaba, el miedo no existía en su vocabulario, sedienta en conocer y aprender, quería comerme al mundo y todo eso lo perdí, deje de creer en mí, que muestra más grande del abandono.
Sin embargo es en este momento que un vació se ilumina, mi corazón "apachurrado" siente tranquilidad y serenidad, el aprendizaje se hace presente y el amor vive en mí, tímidamente la alegría llena mi ser, el final de esta historia es feliz, porque me busqué y encontré, lo único que tenía que hacer era creer en mí.
Hoy me quedo con mi dolor,
con mi llanto,
me quedo conmigo,
con mi sonrisa y carisma,
porque entre toda la madeja de sensaciones y pensamientos,
encontré la hebra que me alienta;
porque los sueños, anhelos y placeres,
no se comparan con los momentos mundanos de la existencia misma,
tan bastos y presentes,
pero carentes de sentido alguno;
entre las lágrimas encontré la fe,
en el dolor la esperanza,
en la sonrisa la hipocresía,
en el carisma la mentira,
entre todo me encontré a mi y en ella la verdad del amor,
por eso hoy me quedo conmigo.
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