Probablemente estaba cerca la madrugada y ella seguía frente a la computadora, sus padres y hermano yacían dormidos desde hace algunas horas, una música muy tenue para no despertarles se dejaba escuchar por la bocinas, los ojos cada vez mostraban que el sueño y cansancio comenzaban a apoderarse de su cuerpo, una platica insípida con algunos amigos, visitas a páginas webs que no era de su interés, sin embargo le divertían y mantenían ocupada; "un nuevo contacto te agrego" se podía leer en la ventanilla que acababa de abrirse instantáneamente, -alguien quien no conozco como siempre- se dijo para si misma, -está bien lo aceptaré, al final terminará en el grupo de "Gente X" que ni me viene ni me va-, un click se escucho por las bocinas y continuó, con insípidas platicas y la ya acostumbrada perdida de tiempo.
Una nueva ventana se había abierto, el naranja intermitente de la ventanilla era acusador para aquellos ojos cansados y ya casi cerrados, esperando leer un -hola- de aquel contacto desconocido que había escrito para ella, pero, no fue así, toda una oración se posaba ante sus ojos la cual capto su atención e hizo que se despertará un poco, -eres única como el cortometraje de un película- leyó, una y otra vez, ¿quién es? ¿de dónde me conoce?, las preguntas básicas que han de surgir al momento de leer algo de esta índole viniendo de una persona desconocida, -¿quién eres y de dónde obtuviste mi correo?- escribió estrepitosa y torpemente con la manos frías expuestas al teclado, lo dedos comenzaron a golpear la mesa uno a uno, esperando la respuesta, cada vez más rápido hasta que por fin apareció la nueva oración, -me dejaste tu correo en un página, de igual forma te deje el mio, pero tengo dos y este lo uso solamente cuando no quiero que la gente me moleste-, -ok- escribió instantáneamente, pensando en que escribirle a este nuevo extraño que estaba por conocer...
Fue así como lo conoció, el hombre que le cambio la vida, el hombre con el que a veces sueña, el hombre que, en aquel momento que se vuelva a encontrar frente a él por las sucias calles de alguna Ciudad, solamente le sonreirá y ella continuará con su camino, porque, para él no bastará saber y comprender, que parte de su felicidad está en su soledad, pues, ella sólo pedirá un abrazo, cuando el frío se apoderé de su cuerpo.
es raro nunca habia leido nada escrito por ti de manera tan directa era un poco mas relativo y me gusta como escribes eres talentosa y tu decias que yo.. saludos diana soy patty jajaja
ResponderEliminarsaludos y felicidades, escribes muy bien! soy rafa y te invito a mi blog, digo, si te gusta eñ rock!
ResponderEliminar¡Hey!
ResponderEliminarNo sabia que tenias blogs, bueno, estaremos siguiendote los pasos de cerca.
;) Un beso Bella!
Siempre me ha gustado leerte, aunque ahora una estrepitosa duda asalta mi cerebro como un cazador a su frágil víctima:
ResponderEliminar¿Por qué los teatreros (al menos de nuestra generación) nos entendemos mejor escribiendo?
Mi hipótesis se dirige, casi sin pensarlo, a que amamos el silencio y de él nacen mejores ideas que cuando nos la pasamos en la verborrea.
Te Quiero.
S.